top of page

Ernest y Bottom

Autor y Dirección: Geralldy Nájera

Compañía: Nocturno Teatro

Actuación: Karim Raziel, Lucía Pardo y Juan Cabello (Becario, jóvenes creadores, FONCA 2018-9)

Sin palabras

A través de una serie de secuencias corporales y rutinas clawn, la puesta en escena muestra la relación entre dos personajes adultos mayores, pero sin ocuparse por la lógica (convención establecida con el espectador) de algunos elementos aunque sí se muestra atenta al disfrute inmediato, bonito y conmovedor del conjunto escénico.

ErnestyBootom.jpg

Con música en vivo por Diego Santana, inicia la puesta en escena; las tradicionales llamadas son dadas por él quien con su voz establece la primer convención: estamos ante adulto mayores. Con paciencia, y el tono estereotipado para facilitar dicha relación, pide apagar el celular e indica que comienza la obra. En escena se encuentra un personaje con bata amarilla y gorro rojo, ágil y carismático, es quien lleva la parte lúdica del montaje. Una habitación con paredes y techo en perspectiva franca, dejan ver cierta decadencia que podría significarse con la parte de la pared que muestra los ladrillos. Ahí una ventana abierta y un vidrio que se romperá. Sin embargo no es evidente el lugar en que estamos; hotel, asilo u hospital, el programa de mano lo señala como "habitación en una casa de descanso" que cuenta con una enfermera cuyas funcione son imperceptibles ya que la vemos realizando labores de limpieza y estableciendo el orden.

Vemos llegar a un personaje con su abrigo café y su maleta, mismos que le son retirados por la mujer sin que le de nada a cambio y después vemos que saca cosas de una caja amarilla ubicada al centro y fondo del espacio, mismas que se establecen son suyas como el pastelillo que pretende comer; es a este tipo de detalles que remite la frase de arriba "sin ocuparse de la lógica", aunque es digno señalar que en realidad importa poco toda vez que el público sigue atento [¿realmente importa poco sobrestimar/subestimar al espectador?] y se logra el final conmovedor.

Si asiste a esta puesta en escena disfrutará secuencias o rutinas como las de la cama, la ventana, la almohada, el pastelilllo, la limpieza de migajas que remite, por referencia directa, al clásico de Charles Chaplín y los panes, en fin, un interesante número de secuencia clawn que culminan en la creación de un espacio totalmente onírico al recrear el mar que ha iniciado la obra: barcos, agua y gaviotas se hacen presentes y con ellos se hace explícito el tesoro guardado en un calcetín que de otro modo, parecía todo aquello que usted pueda imaginar al escuchar el sonido que produce cuando el actor de gorro rojo lo sacude. En este momento sabemos que son las conchitas de mar y caracoles que han acompañado su vida y quizá ahora sean su única compañía. No obstante lo anterior, a mi no me quedó claro si ante esta pérdida -cuando el calcetín sale por la ventana y se lo lleva una motocicleta- es que el personaje sufre el infarto. Entre almohadazos, recuerdos y duelos, se gestan emociones que el espectador sigue hasta el final cuando se sorprende con la desaparición del personaje tan simpático que ha ganado la complicidad de la sala. Entonces llega la mujer a devolver maleta y abrigo, lo demás no lo cuento, y termina la función con una imagen bonita que arranca lágrimas en la concurrencia, pero ¿qué pasó? Los datos obvios están, mas no así la razón para que le devuelvan la maleta y el abrigo, por ejemplo ¿lo están corriendo de la casa de reposo? 

Asista y me cuenta si es solo mi percepción o la dirección se engolosinó con un bonito trabajo que crea personajes entrañables a los que desaparece sin más, como la vida misma. Valdría recordar que el teatro establece patrones que aportan a la construcción de la realidad y la explican, por eso es, el arte, vital para la sociedad. Por todo lo anterior es me la nota se titula sin palabras, por una parte porque se trata de una propuesta clawn -sin palabras- y por otra porque me deja así ante la falta de cohesión que desperdicia lo mismo que ofrece. Sin palabras.

Para terminar, agradecer el apoyo a Ulises Ortega y al equipo de difusión de Teatro de la Ciudad de México por las facilidades otorgadas para la presente nota.

Alma Torices

teatrista

Funciones: Sábados y domingos 13hrs., hasta el 16 de diciembre de 2018.

Teatro: Benito Juárez: Villalongín 15, Col. Cuauhtémoc, a un costado del monumento a la madre en el jardín del arte, Mb., Reforma, muy cerca de Reforma 222 o el plantón de los 43.

Localidad: $149°° general, 50% de descuento con las credenciales vigente de maestro, estudiante e inapam.

Adicional: si llega en bicicleta, que es lo más recomendable, recuerde dejarla amarrada en la única posibilidad para ello en la cerca del estacionamiento que está por la salida de actores.

bottom of page