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La belleza

Autor y dirección: David Olguín

Actuación: Laura Almela, Mauricio Pimentel y Emmanuel Varela

Iluminación y escenografía: Gabriel Pascal

Vestuario: Rodrigo Muñoz

Coreografía: Rafael Rosales

Rareza es diferencia

Atentos todos en la sala del teatro principal de El Milagro, atentos todos, observamos a Emmanuel Varela encorsetado y con lacia peluca, dar las llamadas e iniciar el convenio: él no es él sino todos los otros, Laura Almela no es mujer, sino el gran Theodore W. Lent, un hombre de negocios; así Mauricio Pimentel es la singular Julia Pastrana y después Marie Bartel en la conmovedora historia basada en un hecho real: una mujer vendida por padecer hipertricosis lanuginosa (síndrome de hombre lobo o bien, pelo negro y lanudo en toda la piel excepto palmas de manos y pies) que fue sirvienta, actriz, monstruo en exhibición y esposa.

Ante la diferencia, en siglos pasados, se sacaba el provecho de los circos ambulantes que protegían a la rareza como minas de oro; hoy la rareza invita a la diferencia con respeto pues la belleza "habita en el sujeto que la mira" más que en el objeto mirado, así lo postula la puesta a través de un texto maravillosamente poético que se interpreta con humor en los personajes de Varela (versátil con sus seis personajes), con elegancia en el trabajo de Pimentel y con magistral contraste en el trabajo de Laura Almela. 

Personajes raros en sí, dentro de un mundo de comercio e intereses, logran un lugar social que les permita ser y estar con los otros. El dolor es lo único que no se desea cerca; la humillación y el desprecio se pueden tolerar cuando los intereses abundan, pero no se puede engañar a nadie, no es el eslabón perdido. 

El escenario que vemos nos coloca detrás del escenario, en proscenio cae un telón para dejarnos en la calle ante los transeúntes llamados a ver el espectáculo así como delimita el espacio íntimo de Theodore y sus conflictos personales. El viaje en barco se crea a partir de la actuación y la iluminación. Una bata hace el convenio del hospital y los acentos vocales acompañados de la caracterización física permiten que el espectador siga la historia sin más.

Usted debe ver esta puesta que no le hará daño pues su alta dosis de verdad no resaltan más que la mentira en que descansa el concepto de "belleza" en nuestros días. La rareza es un misterio que bien vale su admiración, tiempo y presencia en el teatro.

¿La ama? Por favor, antes de juzgar al personaje, note la época, las causas que colocan a cada personaje en ese lugar y la situación que enmarca al circo ambulante de dos siglos atrás. Sea diferente y vea treatro profesional con identidad y belleza, mucha belleza; disfrute cada palabra y la inmejorable labor de cada uno sobre el escenario.

Para terminar, agradecer el invaluable apoyo de Ramiro Galeana, quien lleva las relaciones públicas en el teatro El Milagro por invitarnos a ser parte de esta puesta que bien replantea el concepto de belleza hoy. Asista.

¡Veamos teatro para ser libres!

Alma Torices

teatrista 

Funciones: jueves y viernes, 20:30hrs., sábados 19hrs., y domingos 18hrs., hasta el 15 de diciembre de 2019.

Teatro: El Milagro, calle Milán 24, entre Lucerna y General Primm, cerca mb Hamburgo, a dos cuadras de Reforma.

Localidad: $150°° general Descuentos para los vecinos de la colonia Juárez además de los habituales con credencial vigente.

Duración: 85 minutos.

Adicional: El espacio cuenta con cafetería (un pan de elote particularmente bueno) y un excelente trato a sus visitantes, además de librería. Por otra parte se puede dejar dentro la bicicleta en caso de acudir con ella. Hay estacionamientos cerca o bien se puede llegar temprano y estacionarse en la calle sin problema. El acceso a los sanitarios se torna complicado porque están en un segundo piso, es decir que hay que subir escaleras por lo que requiere ayuda en caso de usar silla de ruedas o muletas.

A cpontinuación la nota que se realizón en la segunda temporada en 2016. 

Obra: La Belleza

Autor y Dirección: David Olguín

Actuación: Laura Almela, Mauricio Pimentel y Emmanuel Varela

Teatro: El Milagro, calle Milán 24, Colonia Juárez, entre Lucerna y General Prim, cerca metrobús Hamburgo, metro Revolución e Hidalgo

Segunda temporada en 2016.

Belleza ¿una categoría?

En segunda llamada entra Laura Almela a un escenario sobre el escenario; desde el público vemos la parte de atrás del escenario, es como si fuésemos la pared del fondo. La Belleza, dirigida por David Olguín (miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte) nos ofrece una forma diferente de ver a los personajes, aunque la propuesta sigue siendo frontal (a la italiana, dirían los que saben de teatro), estamos detrás de un escenario que nos deja ver no los camerinos, sino lo que hay detrás de un espectáculo.

El mismo espacio cobra sentido como oficina, calle, tren, quirófano y lugares que no precisamos ver a la manera realista y que manejados con la experiencia de los creadores se resuelven para que la escena fluya.

La historia aborda el conflicto pasional de Theodore W. Lent, por una parte está al frente de su circo que exhibe extravagancias y rarezas, monstruos para que la gente exclame “oh de asombro, ah de espanto, oh de o, simple oh de oh”, en este circo incursiona por voluntad casi propia la sin par Julia Pastrana (quien vivió realmente en el siglo XIX), por lo que la puesta en escena ubica a este personaje como el pivote del conflicto de nuestro personaje principal Theodore en relación con algunos aspectos de la vida de "Zenora Pastrana", como la llamó artísticamente. Por otra parte la relación amorosa de Theodore con Julia procrea un hijo que muere en el parto matando a la madre. Es entonces donde vemos a un Theodore deshecho por la pérdida de sus dos fuentes de vida; sin embargo ese amor, ese sentimiento, no borran al comerciante artístico que sigue ejerciendo el negocio y el provecho de las aberraciones de esta vida que, sin más placer que la contemplación, gusta de ver con “ojos que son espejos”.

A fin de señalar que la historia presente surge de un hecho verídico que puede invitarnos a la reflexión de la inclusión y la no discriminación, desviamos un poco la mirada de la escena para compartir algunos datos de Julia Pastrana, quien nació en el norte de México con hiperticosis o síndrome de hombre lobo, lo que significa que tenía toda la piel cubierta de pelo negro y lacio, las orejas y la nariz fueron más grandes en comparación con el promedio de las personas así como sus dientes que, además de irregulares, presentaba dos filas de dientes, por lo que la mandíbula era prominente haciendo que la boca se proyectara y la cara fuera como de un gorila. A ella la conoció Charles Darwin y se negó a exhibirla como el eslabón perdido, según lo narran en la puesta en escena. De la supuesta vida de Julia antes de entrar al circo, hay versiones diversas que coinciden en que era una mujer agraciada para bailar, conversar tanto como para servir (fue sirvienta del gobernador de Sinaloa hasta 1854, fecha en que se incorporó al circo con Rate y posteriormente con Theodor W. Lent, quien exacerbó la felicidad en Julia, su gracia y hermosura tanto al bailar como al cantar en inglés y español. En la puesta en escena señalan que además gustaba de coser, y en otras fuentes señalan además un gusto por viajar y cocinar. Lent la hizo ‘actriz’ para un espectáculo cómico y después la hizo su esposa en 1857. Tres años más tarde nació su hijo con las mismas características que ella, por lo que Theodor duplicaba su “mina de oro”, pero el niño, y ella, murieron poco después del parto. La suerte de los cuerpos y la desesperación de Theodor la podemos ver en escena con el conflicto del personaje que ha sido llevado a la pantalla. La historia acaba en el año 2013 en que los cuerpos de Julia y su hijo regresaron a tierra mexicana y fueron sepultados.

La precisión del trabajo tanto para las luces (cambios, tonos y áreas iluminadas) es ya una característica en los trabajos de David Olguín, sin embargo considero que nombrarlo hace, de modo alguno, un reconocimiento a la calidad de sus obras que son una garantía de buen teatro. Las actuaciones de Laura Almela, Mauricio Pimentel (representando a Julia Pastrana y a Merie Bartel) y Emmanuel Varela (quien representa a todos los demás personajes: Charles Darwin, Florita Wonder, General Tom Thumb, Hans y el profesor J. Sokolov, así como a una conciencia o alter ego femenino de Theodore) dejan satisfecho al público que acude al teatro El Milagro, donde se realiza la puesta en escena. Los tres actores, con sus trayectorias, dejan en claro sobre el escenario que el oficio del actor se nota a través de la escena y el compromiso que cada uno tiene con sus personajes; sin duda alguna la interpretación que hace Laura Almela al personaje afeminado de Theodore nos confronta en los momentos de mayor conflicto del personaje, porque conmueve el dolor de la perdida tanto como el interés que muestra ante un negocio a partir de la muerte de sus amados. ¿Cómo pudo venderlos, si los amaba? Acérquese a la puesta en escena y sea parte de las decisiones que toma una persona emocionalmente perdida para seguir adelante conservando una ilusión; sienta el “perror” ante la mirada que son espejos y déjese seducir por la compasión de los menos agraciados ante la certeza de que “la vida es una ilusión”.

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