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Valentino Clemens y los chicos

perdidos de Wonder Nada

Autor: Isabel Quiroz

Dirección: Mahalat Sánchez

Actuación: Ana Paola Loaiza, Carlos Oropeza, Fernando Huerta Zamacona e Ichi Balmori (Beneficiarios del Programa Compañía Nacional de Teatro del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes)

Familia

 

Puesta en escena que propone a la familia como el medio para erradicar el suicidio o la desaparición de jóvenes a cargo del estado. Singular el manejo de lo que podría catalogarse como teatro musical (entre ópera rock o comedia musical sin ser una ni otra). Me explico.

El escenario del foro La Gruta del Centro Cultural Helénico presenta un espacio cerrado a través de tres muros grises que ofrecen textura a la vista y se pintan con la iluminación (se aprecia en las fotografías).

 

Un sillón verde con ruedas que le permiten el desplazamiento se usa para todo momento: sentarse, pararse o acostarse. Un "pasón" cobra significado verdadero mediante la expresión del actor así como del manejo del referido sillón. Los vestuarios predominantemente negros remiten a variantes de las tribus urbanas sin que sean máximos exponentes de la filosofía de alguna.

Los personajes (cuatro) son tres amigos "de toda la vida", amantes de la música, con días fijos para ir a "su lugar" y con la idea central de morir juntos porque "todos nos vamos a morir", "la vida no es para siempre" y "a todos nos llega la hora".

 

Las frases contextualizadas apuntan a la idea de suicidarse o simplemente no hacer nada que les asegure una vida mejor en algunos años. ¿Por qué piensan así? Razones de sobra. A ellos se agrega un joven llamado Valentino Clemens; diferente a ellos, logra la integración al círculo, pero no la inclusión.

La infancia de ellos determina su estilo de vida. Abandono y desamor; la certeza de que no le importan a nadie, de ser invisibles produce lo que hoy se ve en las calles y en las escuelas. Jóvenes sin mayor interés en nada que no sea su minúsculo mundo de intereses, si es que así se le puede llamar al consumo de drogas y diversiones virtuales o pasajeras.

 

Aunque es el sentir de los cuatro, existe una variable y es que Valentino si tiene una familia (sus padres lo dejan con la madre de ella, cuando la abuela muere, la madre biológica se hace "presente" y él la llama "madre sustituta"). El otro chico, Max, es adoptivo, Roxine, ha crecido en las calles sin más referencia de nada que no sea desamor y Lorel se escapa de un internado. Por este detalle es que al inicio se dirige la atención a que tal parece que la "salvación" (aunque sea por casualidad o desgracia, como este caso) de los jóvenes es la familia. Lo que esto se considere será otra cosa, lo cierto es que si Valentino no se suicida es porque su madre lo evita, mientras que a los otros chicos los absorbe la depresión por la certeza de no ser, ni más ni menos, no son, no existen porque no hay nadie que los vea ni aceptan que alguien los valore.

 

Nunca incluyeron al nuevo y tampoco dejaron las adicciones aunque las hayan reducido para ser "socialmente" funcionales.

El texto ha dado a su autora, Isabel Quiroz, el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2018. Se percibe ágil, contrastante para señalar el conflicto. Se corresponde con la post modernidad al desarrollarse en Wonder Nada, como ningún lugar o cualquier lugar donde las juventudes no son porque no existen. Una crítica al sistema y a los estilos de vida que las y los invisibilizan.

El rock y la trova dialogan en toda la representación. Los actores portan micrófonos por lo que la audición es perfecta en todo momento, aunque de inicio no sea del todo comprensible qué está pasando. La puesta en escena lo engancha porque el personaje de Valentino inicia casi en el final, cuando "la música se convirtió en la cura de sus heridas abiertas."

 

Acérquese a esta propuesta escénica y comente si usted considera que los jóvenes se suicidan por falta de identidad o por falta de pertenencia. ¿Qué es para usted la "familia"? ¿Qué ha hecho usted con tal de tener amigos?

La puesta en escena goza de la presencia de actores profesionales cuyo respaldo formativo lo abala Enrique Sínger en su calidad de director artístico de la Compañía Nacional de Teatro. En coproducción y colaboración es que se logra este montaje que pretende, entre otras, "el fortalecimiento de la novel dramaturgia mexicana".

El elenco seguramente será de su agrado. Actores versátiles que seguramente le gustarán porque están ahí sin ser y sin estar, como dicen ellos de voz propia. El espacio (diseñado por Félix Arroyo) compuesto por el sillón mencionado al inicio se completa con llantas apiladas en las que se sienta alguno en un momento. La ventana rectangular de fondo aporta al espacio lo mismo que si fuere cuadrada; marca el dentro aún cuando la narración sea afuera.

 

Esos detalles no estorban a la representación en ningún lugar que lamentablemente puede ser cualquier lugar que habite un joven que se sabe no pertenece ni es. Lo que sin duda le será sorprendente es la música original de Edwin Tovar y Carlos Matus, quienes también pertenecen al elenco estable de la CNT.

La puesta debe verse porque expone a jóvenes que no le encuentran sentido a sus vidas vagando entre la soledad acompañada y la muerte asegurada. Jóvenes que se sienten "solos como mi yo de seis años", es decir que remiten a una niñez de abandono con sueños falsos de "tú sí la vas a hacer" porque "tú solo estás medio pendejo". Lo cierto es "que es bueno creer en algo de vez en cuando" aunque hoy en día, la realidad de ellos y de todo mexicano, es que no hay ya un trabajo digno que asegure un futuro o una vida digna en una edad avanzada.

A estas generaciones de jóvenes les parece fácil mucho, casi todo. Insultos como palabras que muestran afecto o retos que marcan su vida para siempre. Tal vez por eso afirman que tendrán algo que contarle a sus nietos: "Estuve en prisión". ¿Acaso las series televisivas le roban el cerebro a las personas y creen que la cárcel es como en la tele? 

Vagan sintiéndose -sabiéndose- reyes, intocables. Lo lamentable es que son invisibles hasta entre ellos, quizá por eso personaje principal (Valentino) no entra a ese círculo suicida, porque no lo ven. ¿Usted cree que la soledad y el amor le hacen hacer cosas extremas?

La puesta en escena apunta atinadamente hacia la desaparición de jóvenes con cierta ideología aunque de forma casi velada. El gobierno mexicano desaparece a sus jóvenes entre manifestaciones y esos desaparecidos son reales, eso duele como nación.

 

Así como dicen en la obra, deberíamos unirnos por una ciudadanía "libre de protestantes y de niños perdidos". ¿Por qué no se les escucha? Suenan canciones conmovedoras y otras con tal ritmo que podríamos omitir la realidad que expresan. Jóvenes que quieren cambiar el mundo pero sólo destruyen sus vidas porque se saben "nada" o "nadie".

 

Sin identidad, sin existencia son presa fácil de la delincuencia, el olvido y las adicciones en el orden que sea. Ciertamente el abandono los mata y el concepto "familia" habría que replantearlo en esta sociedad.

Asista a esta propuesta músico-escénica y comparta la soledad de los jóvenes con los que seguramente convive. Si los tiene, vayan juntos al teatro y platiquen al final; la visión de cada generación es importante porque no coincide.

Para terminar, agradecer la fina atención de Gaddy Miranda por las facilidades otorgadas para la presente nota. Las fotografías son por la generosidad de Patrick.

Alma Torices

teatrista

 

Funciones: martes 20:30hrs., hasta el 10 de septiembre de 2019. 

Teatro: Foro La Grutaq, del Centro Cultural Helénico. Avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn, cerca metro Barranca del muerto y metrobús Altavista.

Localidad: $200°° disponibles en la taquilla del teatro y en la página de internet:  www.helenico.gob.mx

Duración: 90 minutos.

Accesibilidad: Cuenta con rampa de acceso al complejo cultural, pero dentro del teatro requerirá apoyo en caso de muletas o silla de ruedas. El acceso al teatro no tiene rampa. El pasillo para los sanitarios es amplio, pero el servicio es inaacesible en caso de silla de ruedas. 

Adicional: puede llegar en bicicleta y aparcarla fuera o dentro del complejo cultural que ya cuenta con un "Péndulo" cuya cafetería atiende bien, pero lento, así que tome sus precauciones en caso de ir con el tiempo justo.

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