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La cría

 

Autor y Director: Carlos Talancón

Actuación: Milleth Gómez alterna con Anelvi Rivera, Emmanuel Morales alterna con Javier Sánchez y Carlos Talancón

Terrorífica por simbólica

 

"La vida de un matrimonio se ve gradualmente absorbida hasta llegar a extremos insólitos e hilarantes del sacrificio para mantener viva a 'su criatura', en medio de un universo vertiginoso y de suspenso", dice el programa de mano y ciertamente hay un ambiente de suspenso desde el inicio, cuando usted entra a la sala y escucha el ambiente en asecho de su atención.

Si bien es cierto que este montaje está dentro del llamado terror psicológico, podría no resultarle del todo 'terrorífico' quizá por la costumbre a la abnegación y/o sacrificio de las figuras parentales hacia sus retoños, pero ¿usted se cortaría una mano para darle de comer a su hijo? ¿Cuál es el extremo insólito de sacrificio que haría por sus hijos o que ha recibido de sus progenitores?

Sin duda que la propuesta de Carlos Talancón ofrece un replanteamiento a las relaciones personales, en este caso concreto hacia la familia. La obra como texto ya ha sido reconocida en el año 2016 al ser galardonada como mejor dramaturgia por la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro.

La puesta en escena es un trabajo consolidado no solo por los años de trayectoria a partir de sus inicios en La Casa del Teatro, si la memoria no me falla, donde tuvo al menos dos temporadas, otro momento fue en el espacio de La Teatrería. Hoy está en el Centro Cultural del Bosque con un elenco que alterna funciones, pero que usted podrá disfrutar por igual ya que ambos elencos cuentan con la formación y el compromiso que este reto requiere: mantener al espectador. Sobra decir que este montaje reivindica el uso del sótano del teatro Julio Castillo y también por eso merece ser vista.

En el escenario se ve una jaula de herrería y malla para gallinero con un acceso único, como para animales.

Escuchamos un sonido hueco, con cierto eco, golpe de algo que también se arrastra y golpea, exhala e inquieta a quien escucha al ingresar a la sala. Parece sonido lejano, pero nos envuelve generando el suspenso de inicio a fin. El diseño y la composición sonora es de Rodrigo Castillo Filomarino.

Entra a escena Milleth Gómez, egresada de Casa del Teatro (foro en que se represenó la obra en sus inicios) representando a una mujer adulta, de convicciones firmes, nos hace atenderla, pero con cierta distancia. Nos preguntamos si en verdad se cree lo que dice y la respuesta a esa posible interrogante del espectador es uno de los factores que nos mantiene atentos a la trama.

Al final de la puesta en escena sabemos que sí, sí ha creído en lo que dice; ella está convencida de su discurso más allá de haber parido a tres crías como esta y tener sólo viva a una, a esta que no dejará morir pésele a quien le pese o cuéstele lo que le cueste a los demás, como se quiera ver.

¿Qué somos capaces de hacer por nuestras creaciones?

Enfermos y desvalidos nunca faltan, son sustancias psicológicas”, nos dicen los personajes, un par de cómplices desgarbados, sus cuerpos exhalan el pesar y el pasar del tiempo que asfixia a él más que a ella; lo asfixia y lo devora a la vez. Él, además, ha perdido toda esperanza, sólo se mantiene por lo que define como “amor”. [¿Dependencia?] Ella sigue por amor, culpa, negación, deseo de saberse fértil y sana en una obsesiva destrucción, quizá.

La cría que les queda viva despide líquidos y está sobre el espectador, podemos escucharlo, parece repugnante y digno de estudios profesionales. El tercer personaje de esta puesta en escena es un investigador que por largos momentos los observa, así como lo hacemos nosotros, entonces uno se puede preguntar si estudia a la criatura o a la pareja. Nosotros somos sus cómplices y observamos también.

“Las criaturas nacen cada vez más demandantes”, dicen, no obstante cómo determinar que esa ‘demanda’ es nociva o no. Imposible cuando la madre asegura que ha venido a salvarlos, pero ¿de qué podría salvarlos? A la singular pareja la vemos en condiciones austeras, ellos dicen que están ya sin recursos. Para él la televisión es una fuga a esta realidad, mientras que ella se centra en su criatura. ¿Usted que prefiere entre la televisión y sus criaturas? Sea honesto, porque en las aulas de educación secundaria cada vez está más presente esta dicotomía de sobre protección - abandono emocional.

Puesta en escena que mantiene la acción dramática en el discurso que se acompaña de acciones cotidianas como preparar y servir alimento hasta que la irrealidad se hace cotidiana en la donación de partes del cuerpo. Ahí uno como espectador comienza a cuestionarse, dentro del horror que se experimenta dentro de la ficción, se propicia la reflexión ¿hasta dónde se puede llegar por la creencia del amor? Se sabe que la dependencia puede ser enfermiza, pero esta alegoría va más allá de las mutación física, por eso golpea la conciencia de quien ha dicho: "todo lo que hago, lo hago por amor". Asista y compruébelo. Al elenco que vea segura estoy que lo disfrutará porque representan a los personajes íntegros creador por el director - autor quien además los acompaña sobre el escenario.

Insólita e inverosímil, se confirma la ficción dejando a libre voluntad el paralelo con la vida propia. La propuesta escénica bien vale verse por el uso de caracterización externa que emplean para la desaparición de extremidades que deja a los actores en franca minusvalía sobre el escenario (así ha sido durante las más de cuatro temporadas que la propuesta lleva hasta hoy).

Si usted tiene cerca un ‘amor veneno’ que le asegura cumplir con su deber, le sugerimos que vea esta puesta en escena, para que perciba, en una metáfora, lo que podría pasarle en aras de eso que usted llama "amor".

Para terminar, agradezco el apoyo incondicional del equipo de difusión del Centro Cultural del Bosque, a los productores Erika Medina y Erick Saúl E., así como al énfasis del creador Carlos Talancón por aportar, desde la escena, a la construcción de ciudadanos armónicos.

Alma Torices

teatrista 

Funciones: Lunes y martes 20hrs., hasta el 10 de septiembre de 2019.

Teatro: Sótano del teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional, metro Auditorio, a un costado del Campo Militar Marte.

Localidad: $150°° disponibles en la taquilla del teatro así como vía Ticktmaster. 50% de descuento a estudiantes, maestros y adultos mayores directo en taquilla.

Duración: 75 minutos

Accesibilidad: el teatro cuenta con rampas de acceso hasta el foro por lo que precisa ayuda mínima para ingresar en caso de silla de ruedas o muletas; los sanitarios son estrechos -el de damas-; cuenta con estacionamiento y se llega fácil en transporte público por el metro. Si acude en bicicleta los viernes debe presentarla en taquilla para obtener el descuento especial y su estacionamiento está a un costado de la caseta de vigilancia, frente a la librería.

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