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Los justos o la guerra recurrente

A partir de Los justos, de Albert Camus, libreto de Diego Camacho Aquiahuatl y Emmanuel Varela.

Dirección: Emmanuel Varela

Actuación: Valeria Navarro Magallón, Manuel Cruz Vivas, Viridiana Tovar Retana, Ivan Zambrano Chacón, Mar Aroko, Ramiro Galeana Mellín y Yenizel Crespo.

Escenografía e iluminación: Alejandra Escobedo

Diseño de vestuario: Laura Martinez Rosas

Asesores del proyecto El Milagrito: David Olguín y Gabriel Pascal.

¿Qué dios juzgará?

Nuevamente el escenario del teatro El Milagro se engalana con una puesta en escena que lo confronta con ideales vigentes, tanto como el autor que lo propone. Basados en Los justos de Camus, estrenada en 1949, hoy se reescribe con la pluma del director Emmanuel Varela y Diego Camacho Aquiahuatl. Un texto vigoroso que respeta el original y apenas si contextualiza al espectador cuando le llega directamente a la reflexión profunda entre los ideales libertarios, pero ¿desde la óptica de quién?

A través de una hora y media, los asistentes podemos reconstruir frases y acciones de la política nacional para valorar la construcción de una sociedad mexicana que debe forjarse con conocimiento y sensibilidad. Matar es quitarle la vida a un ser sea de la edad que sea, pero si se trata del opresor es justificable para la mayoría aunque no se tenga la razón. ¿A quién dejar vivo? 

Un escenario parcialmente vacío deja ver una cadena en la que es pendido y torturado el guerrillero que tira la granada, pero cuál es su verdadera tortura ¿saberse detenido o saber que nada ha cambiado? Lo cierto es que las personas no podemos aprender a vivir con miedo y eso es vigente hoy en esta ciudad de México. Hoy tal vez los que dañan a esta sociedad no se han detenido a ver la mirada de los niños (por ejemplo en el transporte público cuando se suben a asaltar); los niños miran hacia adelante, nos dicen en escena. Hacer justicia al pueblo no es matar a niños y eso tampoco lo han pensado los y las encapuchadas que rompen o denigran movimientos legítimos hoy. Si es el caso de que usted sea de ellos, le ruego asista al teatro para que escuche, de otras voces, lo que muchos queremos decir: para hacer justicia, no todo está permitido.

Un poco de valores trastocados, también vigentes hoy, cuando se resalta que se empieza por querer la justicia y se termina por organizar a la policía.

Asista y sea parte de las líneas que separan una acción de otra y un juicio de valor de otro, ¿en cuál se identifica usted? ¿Revolucionario o asesino? ¿Fifí o pueblo? No hay tropicalización barata que lo deje insatisfecho, por el contrario, se trata de un texto cuidado con interpretaciones intensas que mueven energía para que usted reflexione desde la perspectiva completa del hecho: ¿se muere uno por la libertad, de quién?

La puesta sobria la atiende igual el niño que está delante de mí (diez años aproximados) igual que el adulto mayor que sin más afirma ante la negativa de matar a niños. ¿Usted de qué lado está? Asista y sorpréndase del trabajo actoral en el que resaltan las damas, por su intensidad e interpretación. Al respecto hay que recordar la línea a la que nos invita esta compañía El Milagrito cuando se presentan con Herencia flapper y México 68 para proponer una generación que si bien no está de acuerdo con el entorno, opta por la no violencia, el diálogo y decirle "no" al empleo de armas. Así aquí, la fuerza con que dejan en el espectador las reflexiones acerca del agresor, el tirano y la víctima no pueden más sino sembrar la reflexión necesaria acerca de la justicia social.

Antes de terminar, es preciso dejar las letras de uno de los autores, mismas que se presentan en la página del teatro donde nos indica que: "La guerra nunca se declara en su propio nombre. Siempre se enuncia a nombre de otras cosas: la libertad, la democracia, incluso la justicia. Si la política es la guerra por otros medios y esta misma política tiene dos momentos identificables (ordinario y extraordinario): la guerra, entonces, no sólo se libra en el tiempo de combate extraordinario. La guerra también es algo ordinario, es un ejercicio cotidiano. Aún más: si en política no hay espacios vacíos, tampoco los hay en la guerra." Diego C. Aquiahuatl. Oj-Alá y esta nota sirva para que se anime a ir al teatro a ver una puesta interesante, confrontadora y bien dirigida con la interpretación vigorosa de jóvenes comprometidos; esperamos ver proximamente a esta compañía reunida con el compromiso que los caracteriza. 

Para terminar, agradecer el invaluable apoyo de quien lleva las relaciones públicas ene l teatro El Milagro por invitarnos a ser parte de esta puesta que confronta la postura ideológica de algunos en estos tiempo en que hay que tomar partido. ¿Hay que tomarlo? Asista. ¿Qué dios juzgará sus actos, el suyo o el mío?

¡Veamos teatro para ser libres!

Alma Torices

teatrista 

Funciones: jueves y viernes, 18hrs., hasta el 29 de noviembre de 2019.

Teatro: El Milagro, calle Milán 24, entre Lucerna y General Primm, cerca mb Hamburgo, a dos cuadras de Reforma.

Localidad: $150°° general Descuentos para los vecinos de la colonia Juárez además de los habituales con credencial vigente.

Duración: 85 minutos.

Adicional: El espacio cuenta con cafetería (un pan de elote particularmente bueno) y un excelente trato a sus visitantes, además de librería. Por otra parte se puede dejar dentro la bicicleta en caso de acudir con ella. Hay estacionamientos cerca o bien se puede llegar temprano y estacionarse en la calle sin problema. El acceso a los sanitarios se torna complicado porque están en un segundo piso, es decir que hay que subir escaleras por lo que requiere ayuda en caso de usar silla de ruedas o muletas.

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