"No conozco el mar", es lo primero que se escucha en la puesta en escena de David Jiménez Sánchez, en el teatro Benito Juárez denominada Esto no es Dinamarca. Propuesta escénica que aborda un tema existencial de la generación cuya edad oscila hoy los treintas, una narración que reflexiona sobre las maneras de pensar la interrelación. En la narrativa escénica suenan voces que dialogan entre ellas y otras veces dan vida a un monólogo, un solo pensamiento dicho entre los seis. Palabras como conciencia y compromiso son calificadas de “pesadas palabras” en “una nación que viene a menos”.

En el texto, el autor-director enfrenta al mítico Hamlet shakespearino con Raskolnikov dostoievskiano. Diálogo denso matizado por la música en escena y los desplazamientos sobre la estructura metálica que abarca el escenario. Rompimientos con cantos de moda (una moda también pasada), bailes de hace medio siglo y la presencia de instrumentos de aliento poco comunes. Los jóvenes se expresan y se definen: “soy el producto de un mundo carente de poesía”, reflexionan en largas tiradas sobre las verdades históricas y las atrocidades contemporáneas de la vida cotidiana. Realidad que desaparece estudiantes, los disuelve y cada vez les cierra oportunidades; ante ello, jóvenes con posibilidades de estudio, saben que si hubiesen acabado una carrera universitaria sabrían términos como enfaldellar [el término no figura en la Real Academia de la Lengua Española, sino enfaldar, para relacionarlo con falda como se señala en la puesta en escena. El ocio no da para indagar si existe en otro diccionario de uso mexicano]. Lo cierto en relación al término es que se trata de una puesta en escena con términos no fáciles de digerir por la redacción, por la mezcla de personajes –los actores son jóvenes y apenas con una máscara cambian de personaje, expresión corporal o la ubicación sobre la plataforma- presentes en el discurso sobre el escenario.

Tal vez otra forma de representación quitaría lo denso, pero ¿cómo aligerar la vida hoy entre artistas desaparecidos y universitarios desintegrados, cómo? Entonces conviene recomendar esta puesta a estudiantes universitarios con cierto bagaje cultural que disfrute de la postura del súper hombre (concepto ruso expresado en Crimen y castigo de Dostoievski), la hilaridad de lo putísima que es la actitud de un hombre que goza de varias mujeres y de la revaloración de la libertad sexual de una mujer, madre de un universitario adicto. Puesta en escena que debe verse y disfrutarse, recuerde que la risa es catártica. El final apabullante no impide el aplauso, aunque lo hace desganado. Cómo no serlo si al final dicen: “Si del cielo te caen limones, hacer lo pertinente; si del cielo te caen meteoritos, hay que correr; si del cielo te caen cuerpos muertos, hay que hacer lo pertinente: un gran negocio”.

Así, en ese tenor ha pasado la propuesta escénica en poco más de una hora. Sin cambios de vestuario, apenas se ha movido la plataforma que abarca el escenario para que los actores se desplacen sobre ella y, en franco equilibrio, digan sus parlamentos, ejecuten instrumentos y se columpien al reflexionar. ¿Cómo puede la felicidad sustentarse en el crimen? Aquí el llamado crucial a esta generación que: “opinas, pero no accionas” ya que “las ideas sobre un mundo mejor no hacen el cambio; las acciones hacen el cambio”, por eso “lo importante aquí es qué vas a hacer”.

Las escenas se mezclan, se animan con música en vivo, se botan o disparan con bailes que se interrumpen por un manifiesto teatral: “hacer arte es abrazar una forma de vida”, pero sobre todo, la conciencia de que hay que hacer lo pertinente. En este contexto previo a las elecciones, una consigna es “no votarás en falso”.El humor ácido, la situación implícita y la metáfora de la vida presente llevan al espectador a una conciencia franca, sin más palabras que las que dirijan las acciones que no el activismo virtual. Asista al teatro Benito Juárez, un teatro de la Ciudad de México, y sea parte de esta propuesta con actores profesionales a quienes reconocerá por la voz, por las caras y por la trayectoria. Conviene escuchar a esta generación que ofrece su mirada en escena. En este espacio se ofrece una entrevista realizada a uno de los actores (también director y dramaturgo mexicano) a fin de mirar de otro modo a quienes hoy aún están creando con compromiso humano:

http://mx.ivoox.com/es/ce-15-16-profes-ionistas-david-gaitan-audios-mp3_rf_9095434_1.html

Sin más, agradecer el apoyo de Ulises Ortega quien, en uso de sus funciones, facilita la realización de la presente nota así como el levantamiento de imágenes que la acompañan.

Alma Torices

teatrista

Funciones: jueves y viernes 20hrs., sábados 19hrs., y domingos 18hrs., hasta el 27 de mayo de 2018

Teatro: Benito Juárez, calle Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc, cerca del Metrobús Reforma, frente al jardín del arte donde estaba el monumento a la madre.

Localidad: $149°° general, 50% de descuento a estudiantes de nivel básico, maestros, trabajadores de gobierno e INAPAM con credencial vigente. Aplican restricciones. Boletos en taquilla y en el sistema Ticketmaster

Duración: 80 minutos.

Accesibilidad: carece de rampas si se acude en sillas de ruedas, no obstante debe usted de saber que puede ingresar por la salida ya que es directa a la primera fila de butacas. Lo cierto es que debe ir acompañado para que su acompañante suba la escalinata hasta la taquilla y de aviso al oficial de policía para que a su vez el personal del teatro haga lo propio para su acceso. El sanitario sería casi exclusivo para caminantes o bien casi inaccesible en silla de ruedas acaso muy complicado en muletas.