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Todos los peces de la tierra

Autor: Bárbara Perrín Rivemar

Dirección: Alejandro Ricaño

Actuación: Adriana Montes de Oca y Sara Pinet (martes) alterna con Gina Martí (miércoles)

Luchar contra las espinas

En realidad las letras que circulan al respecto no me seducían para ir, aunque el nombre de Sara Pinet me llamaba. Entre ir e ir, apenas veo esta sensible puesta cuyo texto deja satisfecho al espectador: ágil, preciso y divertido, le lleva de la realidad al pensamiento de una niña, a la cotidianidad de una joven y al miedo más profundo de una persona.

Una vida transcurre en una hora sobre el escenario; enfermedad, muerte, abandono, mudanzas y duelos expuestos metafóricamente con lenguaje marino. Así el abismo es eso que sentimos cuando muere un ser amado o desaparece. El minuto de los deseos muda en cada una de las tres veces que se escuchan en escena subrayando la edad o proceso del personaje.

¿Es premio de consolación? A veces la vida cumple los deseos y uno se pregunta por qué no pidió otra cosa, a veces el intercambio no es lo deseable, pero así es "solo vino y solo se fue". La escena se centra en la ficción; tal vez por eso el espacio presenta a las actrices sin tocar el piso salvo breves momentos en que la instrospección es para tomar una decisión. ¿Se ha preguntado cuánta tortura ejerce el señor de la renta al impedir animales peludos? Acuda y sea parte del ingenio de un padre que maneja una situación de vulnerabilidad hacia el aprendizaje de la condición: tú no tienes asma, lo que pasa es que no sabes respirar en la tierra. No obstante es con él con quien se aprende también a luchar contra las espinas. Dolorosa la complicidad de la inocencia y el abandono; debe ver esta puesta y sentir el silencio en la sala cuando ella se va "enojada en serio". Conste que no es huir cuando uno se va porque lo han corrido.

La pregunta ¿para qué cantas?, puede aplicar al espectador como ¿para qué haces lo que haces? Resulta mágico el espejo que ofrece la compañía Todos los Peces de la Tierra en esta puesta que va del diálogo interno a la vida diaria de forma inmediata; chistes locales, humor y contrastes para que uno siga el dinamismo de la puesta esperanzadora y no se pregunte ¿cómo voy a sacarte sin perderme también? Es que aveces la ausencia se lleva las ganas de uno y vienen procesos auto destructivos, tóxicos que, procesados, dan paso a sentir los deseos cumplidos. 

Un columpio, dos actrices con vestidos verdosos, cambios de iluminación que acentúan estados de ánimo y distinguen la mente de la protagonista con lo que podría ser real. Sin duda una de las mejores opciones para ver teatro entre semana en CDMX.

Reitero que acudí por el nombre de S. Pinet, no la ví y sinceramente la propuesta escénica es de tal agrado (por la agilidad tanto del texto como de la dirección juguetona de A. Ricaño resaltando el respeto de Adriana Montes de Oca -recordada por La ilusión, Noche de Reyes, entre otras-), que los trastabilleos de Gina Martí (además la productora) no bastaron para desacreditar la puesta, no obstante es deber de quien suscribe señalar que el escenario y el público requieren del oficio y el compromiso. Tal vez sea la única vez que pasa, pero no debe ocurrir; cualquier espectador puede ignorar un error de pronunciamiento, pero más de cinco es exceso.

Para finalizar, agradecer el apoyo de Ulises Ortega por las facilidades otorgadas para la realización de la presente nota con imagen.

Alma Torices

teatrista

Funciones: martes y miércoles 20hrs., hasta el 24 de abril de 2019.

Duración: 60 minutos

Teatro: Sergio Magaña, Calle Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera, cerca del Metro San Cosme; entre las avenidas Rivera de San Cosme y Circuito Interior

Localidad: $149°°, 50% de descuento a estudiantes de nivel básico, maestros, personas con discapacidad, trabajadores de gobierno e INAPAM con credencial vigente. Jueves: $90°° con descuento aplicable.

Accesibilidad: El teatro cuenta con rampas y zona para silla de ruedas aunque el acceso a los sanitarios es por escalera hacia el segundo nivel y ahí imposible entra una silla de ruedas por lo estrecho del marco y de cada uno de los dos servicios sanitarios de mujeres; hay para varones también. Si llega en bicicleta la amarra en el poste o la mete al pasillo interior del teatro. A cuadra y media hay cafés o lugares para comer algo si llega con tiempo.

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