Tiene que salir

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Simpática propuesta musical que expone una visión de la situación femenina basada en prejuicios y reiteración de esquemas conductuales. Ellas, como ganado, ingresan al escenario desde las butacas. Divertida en algunas frases de conocimiento popular parafraseadas como: tanto mata el que come la vaca como el que le mete el cuchillo y la mata. Sin embargo podría ser cuestionable el uso de otras que reiteran un pensamiento misógino, por ello podrían generar hartazgo ya que de gracia no tienen nada. 

Uno de los personajes que presentan es una mujer embarazada. La letra de la canción que interpreta señala que "tiene que salir" y el público ríe. Como vestuario único portan un vestido blanco con manchas negras, sobre sus cabezas llevan cuernos y el cabello suelto. Todas cantan y participan de las coreografías. La música en vivo principalmente es interpretada al piano. La escena se torna amena porque las canciones son el eje que se articula con apenas un par de frases que van atando la situación en el salón de belleza, lugar también estereotipado para mujeres.

Diversas reflexiones se pueden rescatar a través de las canciones. Entre los diálogos concordamos en que tener hijos es fácil, pero ¿se tiene el tiempo y el capital para ellos? Así transcurre la representación y las risas brotan según lo dicho tenga eco en el espectador ("feo como foto de licencia").

La escena se compone de cinco sillas, un cajón, elementos que señalan un salón de belleza. Con ellos se justifica la distribución en parejas (cliente-empleada) y cada una con su plática. Cada una en su momento interpreta un tema. Cada una refiere algo que se acerca a su realidad. Ciertamente nadie debería decir ni decidir cómo sale una persona vestida a la calle, pero ¿usted usa minifalda cuando viaja en metro? 

Escuchando tales discursos me pregunto si la puesta aporta a la lucha feminista o reitera los estereotipos, prejuicios y argumentos ya dichos y que solo apuntalan la misoginia. Justo en ese pensamiento estoy cuando se escucha: Callen culebras, soy mi propio enemigo, soy pior de lo que opinan.

Seductora puesta que muestra mujeres reales, voces sobre el escenario que expresan ternura, rabia, ironía, hartazgo y sensualidad, por eso debe verla, para pasar un buen rato en el teatro con la propuesta de cabaret. Sin alcohol, pero con botanita en la sala.

Un momento de consignas de marcha feminista también le harán reír. deprimidas, depiladas, opresoras, oprimidas. ¿En cuál se clasifica usted?

El tema que resalta es el de la maternidad y llama la atención porque la pertinencia del tema, de la propuesta de género, iría más allá del derecho a decidir sobre un aspecto femenino. Así, sea asevera que las mujeres que han amamantado se sienten como máquinas de dar leche. ¿Usted qué opina? ¿Será cierta la condición de mamífero preñado? Lo cierto es que se trata de un teatro que, tal vez en su medio -el cabaret- tenga otra recepción. Esperemos que la temporada tenga público más participativo porque hay silencios que esperan el aplauso, la complicidad o simplemente la risa que no se oyó en la función de estreno a medios. Tal vez porque se trata de una segunda temporada. 

Asista y sea parte de esta simpática puesta con música de piano en vivo todo el tiempo. Comente su percepción y si le ha gustado, sírvase en apoyar en la difusión; nada mejor que las palabras de un espectador que encuentra sentido en una obra. 

Para terminar, agradecer la amable atención de Johana por la invitación con antelación, así como Raúl Medina por las facilidades otorgadas para la presente nota con imagen.

Alma Torices

teatrista

Funciones: jueves y viernes 20hrs., sábados 19hrs., y domingos 18hrs., hasta el 25 de agosto de 2019

Teatro: El Galeón "Abraham Oceransky",  del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional, metro Auditorio, a un costado del Campo Militar Marte.

Localidad: $150°° disponibles en la taquilla del teatro así como vía Ticktmaster. 

Duración: 60 minutos

Accesibilidad: el teatro cuenta con escalones y rampas de acceso hasta el foro por lo que no precisa ayuda para ingresar ni para tomar un asiento en caso de silla de ruedas o muletas; el ingreso a los sanitarios presenta un escalón y no son tan estrechos; cuenta con estacionamiento y se llega fácil en transporte público. Si acude en bicicleta su estacionamiento está a un costado de la caseta de vigilancia, frente a la librería. A un lado está la cafetería "Café-Inna".