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Prostético de corazón

Adaptación: Jorge Luis Chávez Caballero, versión libre a partir de No puedo imaginar el mañana de Tennessee Williams

Director: Luis Alcocer Guerrero

Actuación: Adriana Butoi y Jorge Luis Chávez Caballero

¿Qué es el tiempo?

El espacio representacional es visible desde que ingresa a la sala así como las miradas cómplices de los actores sobre el escenario. El montaje fue concebido con estricto respecto al realismo, dice el actor-adaptador del texto, sin embargo la dirección (y el trabajo creativo de los involucrados) logra una simbiosis entre el realismo y el teatro de autor (único para quien suscribe y que distingue entre el sello, la característica y el estilo de un creador y lo que se define como “obra de autor” y es la obra que –registrada por y ante la ley- solo puede ser de tal autor porque va más allá de su estilo puesto en la creación; es la creación hecha desde su cosmovisón. Complejo el terminajo hasta aquí expuesto, para ahondar sírvase un café, invítelo y habrá diálogo).

Teatro de autor es lo que verá, “la gente que lo conoce, lo sabe” y quien aún no ha visto nada de Alcocer Guerrero, pero gusta del humor fino-negro-ácido, debe acudir y ser parte de la belleza en escena, limpieza en el trazo, ironía avisada y soluciones directas para ir de una escena a otra con gusto por la música y la creación de imágenes. Este trabajo requiere disciplina actoral, cuerpos entrenados, formados en expresión y danza, voces  firmes y dinámicas así como actores versátiles y honestos. Complicado el conjunto en sí aunado a la odisea cotidiana al producir teatro en nuestro país. El conjunto de esfuerzos llevan a la escena la adaptación del actor quien va de sí al personaje y de regreso de tal forma que apenas una sonrisa ligera podría hacer la diferencia entre uno y otro, entre el personaje y él haciendo al personaje. Ambos actores en escena hacen disfrutable la puesta porque interpretan con verdad.

La puesta en sí se disfruta. Por ejemplo, el teatro norteamericano realista gusta de precisión en las indicaciones para la puesta en escena, así en Prostético de corazón los actores muestran y leen las notas del director para que el público “comprenda” el momento en que “la escalera mira” a uno de los personajes. Los convenios escénicos son francos como la caída de arena, que podría recrear un reloj, se continúa en una grabación cuando el espectador tiene más que fija la imagen de esta caída inacabable. Tiempo que cae como pasan las posibilidades de que los personajes tomen acción.

​Intervenciones personales de cada uno de los creativos saltan cuando escuchamos que los actores leen las notas u opinan acerca de su trabajo, reflexionan acerca del personaje o equiparan la situación dramática con la vida: “Me niego a entrar a un país donde no hay más alternativas”. Al inicio el espectador sabe que la obra no es lo que se podría suponer basado en una idea del texto original o del teatro actual, dicen que la obra quería ser “obra sobre el tiempo, pero ¿qué es el tiempo?; concluyen que la obra es sobre el cambio.

 

Entre disertaciones, reflexiones y los textos de Tennessee, la escena se crea con imágenes que dejan un convenio como las intervenciones de secuencias corporales o danzas expresivas que transitan de una emoción a otra, de una escena que quizá sonaría repetitiva al lenguaje corporal en movimiento al son de la música o diseño sonoro creado por Santiago Rojas Valdivia; el sonido está ahí, latente como una constante que acentúa el patetismo de los personajes sea por la música sea por la caída de arena. La iluminación blanca propicia zonas interiores y exteriores así como íntimas y generales, fortaleciendo lo “anacrónico y triste” que propone Aurelio Palomino, responsable de la iluminación en Prostético de corazón.

 

​"Es más fácil hacer conocidos cuando estás sentados frente a ellos", dicen y se quedan juntos, sin ir, sin salir, dejando que el tiempo los devore así como indicaron al inicio “prescindido de diálogos y acciones, se presenta el lento trabajo de la muerte”. Durante el estreno fue perceptible ese lento trabajo que, segura estoy, la temporada y las notas reales del director, ayudarán a fortalecer el tiempo preciso señalado de sesenta y cinco minutos en la postal de mano. No obstante la puesta ofrece una mirada oportuna tanto del texto de Tennessee como de las posibilidades que implica un realismo-naturalista hoy. Por ser miradas contemporáneas y comprometidas quienes llevan a la escena Prostético de corazón es que debe verse, porque nunca un clásico va a sonar igual y esta versión es acertada por oficio, conocimiento y propuesta.

 

A continuación el enlace del texto norteamericano para que lo consulte si así lo desea y tenga elementos para valorar tanto la adaptación como la dirección significados por el trabajo sin par en escena (ignoro si hay otra traducción mejor, para el caso esta es funcional): "No puedo imaginar”. Aunque el espectador no está obligado a saber, leer o conocer nada antes de ver la puesta de teatro en sí, al tiempo de escribir esto, se juzga oportuno acercarlo, de ser el caso, apoyar a quien así lo requiera. La puesta en sí se disfruta.

Por ejemplo, el teatro norteamericano realista gusta de precisión en las indicaciones para la puesta en escena, acotaciones o didascalias obsesivas por el detalle tanto como por la constancia dentro del texto, de igual manera en Prostético de corazón los actores muestran y leen las notas, pero las que emite el director para que el público “comprenda” el momento en que “la escalera mira” a uno de los personajes. Evidente el humor y el diálogo con el público cuando los actores hablan fuera del personaje. Debe verla, es un realismo interpretado desde la post modernidad.

Para terminar, solicitamos que los videos sean apreciados en su totalidad; la textura busca interesar al espectador para que acuda al teatro y vea la obra. Recuerde suscribirse al canal, dar "like" y difundir tanto la nota como el video. Por otra parte, agradecer tanto el apoyo de Felipe de J. Huerta Z., al editar los videos que acompañan la nota como la invitación de Luis Alcocer, el seguimiento y atención de Pamela Rendón (RP), la simpatía de Esther y el café en el mismo lugar.

Alma Torices

teatrista

 

Funciones: martes 20hrs., hasta el 31 de julio de 2018

 

Teatro: La Capilla, calle Madrid 13, casi esquina con Centenario, a una cuadra de Churubusco, metro Coyoacán, Colonia Del Carmen Coyoacán, CP 04100.

Capacidad del teatro: 92 butacas  por función

 

Localidad: $200°° general en taquilla o por RedTicket verificar

 

Duración: 65 minutos, ideal

 

Accesibilidad: avenidas Río Churubusco, Coyoacán, Centenario y Cuauhtémoc con transporte público y la posibilidad de amarrar su bicicleta dentro del patio del teatro; dentro del foro, la planta alta es inaccesible en muletas o silla de ruedas, la planta baja cuenta con escalones que se pueden bajar con un poco que ayuda en caso de llevar silla de ruedas; el acceso a los sanitarios en este caso (silla de ruedas) se hace complicado, sea el primero por lo estrecho del pasillo, por lo que se recomienda acudir al sanitario de la cafetería con ayuda para librar el par de escalones.

 

Adicional: El teatro cuenta con servicio de cafetería y se permite el acceso con bebidas únicamente (no se ingresan alimentos) cuya loza usted devuelve al salir (es decir que no la deja dentro del patio de butacas). Por otro lado, le sugerimos que lleve su termo o taza y busque el descuento en el café así como la disminución de basura.

Por otra parte, la puesta cuenta con el apoyo de una mezcalería, así que si usted gusta de dicha bebida, conviene que se acerque a los artistas para conocer detalles de la empresa de mezcal que, aparte de mantener una bebida nacional, apoya al teatro mexicano.

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