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¿Por qué la gallina cruzó el camino?

 

Autor y director: Ray Nolasco

Actuación: Adriana Resendiz, Jennifer Moreno, Karime Alonso y Fernanda Benítez

Músicos: José Carlos gutiérrez y Guadalupe Reyes

Compañía: Teatro Reno

Todo mundo tiene derecho a ser feliz

El escenario negro de la Sala Novo coloca al centro el trabajo de Ray Nolasco, creador con propuesta, para que el público tenga no sólo un buen trabajo escénico, sino la experiencia más bellamente grata e indispensable de un fin de semana cualquiera, experiencia que modifica el ser y devuelve humanidad. Me explico.

La cámara negra es parte del foro, un par de actrices que canten, animen objetos para hacer teatro de títeres con luz negra y un par de músicos que ejecuten en vivo podrían ser parte de cualquier montaje que sea digno de verse; hasta ahí está en lo recomendable por la calidad de los componentes en escena.

Sin embargo ¿Por qué la gallina cruzó el camino?, lo lleva al imaginario del deseo; el pretexto es apagar la vela de un pastel después de pedir un deseo. A través del trabajo actoral viajamos en una nave espacial, vamos al desierto, corremos hasta el cansancio y más allá; exploramos compasión, empatía y hasta cierta sed. Es innegable que lo que más sentimos es bienestar por la risa que se descarga ante las ocurrencias de dos amigas que vagan juntas. de inicio se nota que ambas actrices están sentadas, pero una base no tiene respaldo y eso resalta apenas un par de textos como "le regalaría mi silla" y "¿no te duele la panza cuando te arrastras?, a mi..."

Aquí la belleza de la creación; aquí lo indispensable de ser parte de otra forma de relacionarnos con el teatro y con las personas. Los creadores son personas igual que el público. Un artista profesional es un ser político en el pleno sentido del término y ello se muestra en esta visita a la Sala Novo del Teatro La Capilla.

La puesta en escena es de risa contagiosa, por eso se pasa el tiempo en total diálogo con los espectadores; la edad no interviene en la recepción de la magia puesto que la luz negra atrapa la imaginación de quien lo vea, la luz blanca permite aislar a las personas de los títeres diversos que presentan; comprender frases como "ah, se llama pollero porque cruza a las gallinas" con el referente de un camión en el que comienza a faltar el aire requiere de un mínimo acercamiento a la realidad de miles de personas que cruzan la frontera en las condiciones referidas. La risa sigue siendo risa y el deseo toma forma de un camino que se recorre porque no hay más opción.

Así los creadores se preguntan también qué se puede representar cuando el cuerpo se queda inmóvil de la cuarta lumbar hacia los pies. Es decir que Teatro Reno no solo explora a nivel personal, no solo se responden las posibilidades expresivas que se tienen de la tercera lumbar hacia el cuello, sino que le presentan al público y al escenario en sí, la creación desde el mágico "si" que abre la puerta al posible. Es posible y al crearlo es probable. Este detalle hace que el trabajo sea dignamente visto; lo hace necesario e indispensable no sólo por la migración de niños que desean ver a su papá y sin más corren por el desierto, no sólo porque está bien hecho el paso de cada momento con puentes de iluminación exactos. Hay oficio, profesión y el respeto a la sociedad actual que halla en el teatro un modo de identidad, de amable distracción, de reflejo o espejo, de reconstrucción social, un modo de darle vida a esos deseos que se tienen para seguir viviendo en las circunstancia que cada quien tiene.

"Todo mundo tiene derecho a ser feliz ¿no?" Una manera es contar historias y eso hace el teatro cuando hay una persona que se dispone a observar y escuchar. Cantan en náhuatl (In ocuicuilton) y en mixteco una nana o arrullo cuyo mensaje puede leerse debajo del video de Erick de Jesús Ocelotl y que en el montaje se interpretas en vivo con el favor de José Carlos Gutiérrez y Guadalupe Reyes quienes acompañan toda la puesta en escena.

Si se me permite, por este medio en #Ménade externamos el deseo de que ver esta puesta en escena sea imprescindible en el tratamiento para las personas con trastornos de personalidad toda vez que le cambia el paradigna de "cotidianeidad" a quien observa cómo se materializa un deseo, por ejemplo el deseo de caminar (incluso correr) y ese momento de realidad sobre el escenario es suficiente para seguir vivo; tal vitalidad se contagia a la sala del espectador, por eso es que debe verse con especial atención a quienes se les dificulta eso de "sentir". La experiencia -sin duda- transforma, las personas del público no pueden más que ser mejores, ser humanos con lo que tienen.

Sentir y ser empático ante el otro que puede porque sabe que falta poco para cumplir su deseo. Oj_Alá y el derecho a la felicidad sea una realidad y este tipo de trabajos sean apoyados para que una sociedad equitativa y libre sea. Sin más, asista, vea buen teatro, consiga sus entradas en línea a través de Boletópolis aunque no acceda al descuento, o bien acuda entre semana por sus boletos. 

Para finalizar, agradecer al teatro mismo que hizo posible el encuentro de butacas que a su vez propició la postal de esta obra; a Enrique Saavedra del Teatro La Capilla por el sin par apoyo para la realización de la nota y, he de decirlo, a las manos de Dr. Luis Antonio Díaz Gerard por hacer miles de sueños posibles.

¡Veamos teatro para ser libres! 

Alma Torices

teatrista

Funciones: sábados y domingos 12:30hrs., hasta el 26 de mayo de 2019.Teatro: Sala Novo, Teatro La capilla, calle Madrid 13, casi esquina con Centenario, a una cuadra de Churubusco, metro Coyoacán, Colonia Del Carmen Coyoacán, CP 04100.

Localidad: $200°° general, $150°° para los descuentos habituales con credencial vigente.

Accesibilidad: avenidas Río Churubusco, Coyoacán, Centenario y Cuauhtémoc con transporte público y la posibilidad de amarrar su bicicleta dentro del patio del teatro; el acceso a los sanitarios implica un par de escalones que en caso de usar silla de ruedas requiere ayuda para ingresar ya que, además de los escalones, el espacio del servicio es estrecho.

Adicional: El teatro cuenta con servicio de cafetería con excelente trato en "El Bejuco"; se permite el acceso con bebidas únicamente (no se ingresan alimentos) cuya loza usted devuelve al salir (es decir que no la deja dentro del patio de butacas ni se la lleva en su bolsa). Por otro lado, le sugerimos que lleve su termo o taza y busque el descuento en el café así como la disminución de basura. Pruebe el pan hecho sin huevo o las galletas que ahí preparan, serán de su total agrado.

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