Herencia flapper

Dirección: Elfye Bautista

Actuación: Mar Aroko, Yenizel Crespo, Ramiro Galeana Mellín, Valeria Navarro, Dano Ramírez, Viridiana Tovar Retana e Iván Zambrano Chacón.

Asesores del proyecto: David Olguín y Gabriel Pascal.

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La distopía de un futuro sin diálogo

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El término "flapper" remite al estilo de vida que rompió con una concepción de lo femenino al inicio del silgo pasado; cuando las mujeres dejan el corsé, usan falda corta y el cabello ya no las representa por largo, sino por corto. La época en que el consumo alcanza a las mujeres porque no hay hombres más que en la guerra, cuando las mujeres además de las labores domésticas se integraron al mundo laboral, al consumo de cigarrillos y a las diversiones nocturnas con el jazz. Es decir que no se centra en un tiempo ni en un espacio, sino que crece y se incorpora en el mundo al tiempo de la guerra, el cambio en las estructuras laborales, la influencia de la televisión y la necesidad de consumo.

Por lo anterior es que Herencia flapper le ofrece un cambio en el paradigma actual ubicando a la sociedad inmersa en disputas sin sentido como la incoherencia afectiva. Una persona requiere de afecto, darlo y recibirlo, no obstante la cultura (machista en este caso), la actualidad (el entorno, el uso de la tecnología, la necesidad de pertenencia) y el consumo, entre otros factores, apuntalan a la conservación de estereotipos inservibles, pero que dan estabilidad. ¿Estabamos mejor antes?

Según el boletín de prensa, los actores e integrantes del proyecto "El Milagrito" son egresados de la Escuela Nacional de Arte Teatral (INBA) y el Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, (donde se estudia el teatro). Al ser integrado por visiones jóvenes, se da entrada a propuestas que corresponden con el contexto dentro de la escena mexicana.

En esta puesta en escena se reflexiona acerca de la herencia ideológica actual.  #MeSientoIndiganada y #NoMeRepresenta son parte de este momento histórico en que la hiper definición termina por no significar ni integrar a nada ni a nadie. ¿No sería más sencillo ser personas y ya? Se preguntan y nos preguntamos con ellos. "Era mejor antes, cuando las mujeres eran mujeres y los hombres, hombres" ¿Está usted de acuerdo? Esta generación nos confronta al tiempo de presentar lo que han tomado por herencia cultural; "cuestiona los roles de género en nuestra sociedad. ¿A quién le conviene que las cosas estén como están? ¿Qué significa pertenecer a un género o a otro? ¿O no pertenecer a ninguno?" Entre otras respuestas que aportan está la resignifcación de la trinidad: poder-dios-dinero. Vea la obra y disfrute la presencia de un dios fresco y preocupado por su creación.

La puesta en escena presenta un posible origen de las diferencias entre géneros -tradición, educación y estereotipos que le sirven a un fin- y cómo se ha conservado hasta este momento en que se re-construye dentro del caos que termina siendo tan excluyente como de moda. Entonces presentan un posible futuro para terminar con el origen (¿el caos?) y su propuesta. Suscribo ese final y la acción como un acercamiento a la posible solución. Me quedo con la pregunta ¿cómo se trata a una persona?, ¿cómo ser persona dentro de la interrelación social?