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La abadesa

Autor y director: Jorge Gidi

Actuación: Cinthia Patiño, Raúl Román, Manuel Mejía Armijo y Rosa María Teixidor alterna con Marisol Gasé
Crónica que no es crónica

Sin dar la primera llamada, un laudista nos da la bienvenida y establece la complicidad franca con el espectador al situarnos en tiempo y espacio ficticios; tañe el laúd interpretando un clásico del momento cuyo término marca la tercera llamada e inicia la representación. La Sala Novo es el albergue de un momento histórico creado a través de la palabra en tanto que los elementos de escenografía menor no son exclusivos o determinantes de la época referida. El vestuario generaliza un momento sin más detalles como la sotana del monje o las faldas largas en las mujeres, sin ser vestuarios de corte o damas españolas; el acento (burdamente resaltado) de una de las actrices indica que no es de esta tierra, pero el otro personaje femenino tampoco lo es y no genera risa al hablar ya que la convención, como se dijo al inicio, está enmarcada por la palabra.

Al iniciar la historia en la confesión mortuoria de la abadesa, la escena nos lleva en el tiempo al pasado y cierra en la confesión inicial, por lo que el sentido estricto de crónica está alterado al iniciar desde el final, no obstante es un recurso narrativo que lo hace interesante. Lo anterior porque en el programa de mano se lee, debajo del título que se trata de una: “Crónica de las vicisitudes de la monja de Belén”. En esta puesta en escena se habla en verso, se realizan los cambios de personajes tanto en caja (área oculta al espectador) como sobre el escenario. El laudista armoniza toda la representación y refuerza con efectos sonoros algunos momentos impactantes visualmente.

En poco menos de una hora el espectador se interesa por las decisiones que tomó una mujer al evitar los maltratos del marido y refugiarse en una casa de recogimiento (originalmente para prostitutas o mujeres cuya pobreza las orillara a ello),  ahí se hace abadesa (clandestina, porque la abadía es la figura superior en un monasterio o convento y el personaje no fue así titulado por la orden religiosa a la que pertenecía, sino que llegó a serlo en la función por lo que la reconocían así las internas. Dentro había teatro, danza, música, educación para todas, escribían y leían, además de la repostería, los bordados y las oraciones propias del lugar) y desde ahí cuenta su historia.

Interesante ver las soluciones escénicas en un espacio reducido con condiciones mínimas de recursos técnicos; el trabajo en escena es resuelto sencillo y sin prisa. Una danza que requiere un espacio despejado a fin de que luzca la coreografía, se resuelve con un marcaje mínimo, no obstante es de esperarse que se lleve a cabo en otro lugar a fin de que luzca. Desde aquí, es viable considerar que lo “marcado” del “arte de combate filipino” se debe a la inseguridad generada por lo estrecho del espacio ¿acaso no fue ensayado lo suficiente?

Acérquese a la propuesta que lleva verso y música en vivo con soluciones interesantes sobre el escenario. La fuerza de la palabra guía la atención al siglo XVI en la Nueva España donde se busca que las mujeres “buenas y puras mantenerlas”, así crean la casa Belén cuyo dato puede indagar a través de las investigaciones que ha realizado la UNAM a través del Instituto de Investigaciones Históricas en el libro de Josefina Muriel Los recogimientos de mujeres, ahí uno de los contenidos se titula: “San Miguel de Belén. Recogimiento de mujeres de cualquier calidad (1963)” o bien continuar su indagación libre a través de las redes. Es de notar el valor histórico donde la educación de las mujeres implica, desde la colonia –y antes, me atrevería a decir- costura, bordado, cocina, latín, griego, danza, drama –teatro escrito, dramatizado y representado-, canto y otras disciplinas más que han forjado la visión social de las mujeres, la misma que se retoma en la intensión del proyecto educativo de Juárez (siglo XIX) y se inicia en el porfiriato, de la que hoy deberíamos preguntarnos: ¿dónde está la integralidad y la formación de las mujeres cuando se matan a nuestros estudiantes y se desaparecen mujeres de todas las edades?

Desde Ménade recomendamos la propuesta porque presenta escenas como la del pirata cuya solución es disfrutable. Por una parte se indica que se trata de un drama histórico y por otro lo califico de ejercicio escénico; sea como sea es recomendable para adolescentes y adultos porque los niños podrían dispersarse y desatender. Lo que indican en la página del teatro que los alberga, como sinopsis es: “Mercedes escapa de la violencia de su marido, Don Juan, y pide refugio en el convento de San Jerónimo. Allí conocerá a la hermana Clarisa, quien le enseñará los secretos del Kali-Escrima un arte marcial de las Filipinas. Años más tarde, Mercedes, ahora abadesa de la casa de recogimiento para mujeres de Belén, revela en confesión un secreto que no quiere llevarse a la tumba.” Acuda y sea parte de lo que ocurre en escena en la Sala Novo del Teatro La Capilla.

Para terminar, agradecer el apoyo de Enrique Saavedra y Esther Valencia por las facilidades otorgadas para la realización de la presente nota.

Alma Torices

teatrista

Funciones: miércoles 20hrs., hasta el 30 de mayo de 2018

Teatro: Sala Novo, Teatro La Capilla

Localidad: general desde $50°° y hasta $250°°, directo en taquilla o a través de RedTicket

Duración: 50 minutos, aunque indiquen 60 en la página del teatro.

Accesibilidad: avenidas Río Churubusco, Coyoacán, Centenario y Cuauhtémoc con transporte público y la posibilidad de

amarrar su bicicleta dentro del patio del teatro; dentro del foro,

la planta alta es inaccesible en muletas o silla de ruedas, la

planta baja cuenta con escalones que se pueden bajar con un

poco que ayuda en caso de llevar silla de ruedas; el acceso a

los sanitarios en este caso (silla de ruedas) se hace complicado,

sea el primero por lo estrecho del pasillo, por lo que se

recomienda acudir al sanitario de la cafetería con ayuda para

librar el par de escalones.

Adicional: El teatro cuenta con servicio de cafetería y se permite

el acceso con bebidas únicamente (no se ingresan alimentos)

cuya loza usted devuelve al salir (es decir que no la deja dentro

del patio de butacas). Por otro lado, le sugerimos que lleve su

termo o taza y busque el descuento en el café así como la

disminución de basura.

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