top of page

La obra de Bottom

A partir de la comedia Sueño de una noche de Verano, de William Shakespeare

Dirección: Iona Weissberg

Actuación: Artús Chávez, Jerónimo Best y alternan Fernando Córdova con Rodrigo Murray

Genial puesta en escena que se ubica en el año 1595 cuando tres hombres desean conseguir el premio de los veinticinco chelines para consumir cerveza. Así de simple se reúnen tres hombres (un sastre, un carpintero y un herrero) que cantan, bailan, actúan, manejan técnica de clown, construyen muros y meten al escenario a un león; con todo eso deciden cuál obra representar, ahí el dilema, ¿Shakespeare o Buttom? Shakespeare (¡¡¡SSHHAAAKESPEAAARE!!!), sin duda alguna.

El manejo de la iluminación y los ambientes generados por los estímulos sonoros, llevan al espectador a la risa más franca y simple; una comedia para retomar la parte hermosa de la alegría: risa sin vulgaridad, carcajadas ingenuas ante la maravilla de la creación artística en escena. La producción lo lleva a un decorado que si bien no se usa, tampoco estorba cuando los personajes crean su obra ante los reyes. Tratar de explicar un texto de siglos pasados en otra lengua podría ser complicado si el expositor carece de información y si el público pretende aprender sobre el verso o la complejidad del autor a través de una puesta en escena, no obstante se logra un acercamiento amable a una visión general del inglés Shakespeare, un acercamiento posible a la puesta en escena de sus obras y, sin duda, se logra la complicidad con el público que accede a jugar con la escena.

Me es difícil escribir estas líneas sin pensar que esta obra ha sido dirigida desde la actuación, desde la mirada y el sentir de maestros en el oficio clown, y cuando veo en escena el nombre de Artús Chávez y veo que uno de los actores que alterna es Fernando Córdova, mi percepción se aferra. ¿Importa quién dirige la puesta? ¿Usted nota la mano de la dirección? La dirección es trascendental porque conjuga todos los elementos, no obstante lo que el público ve es la materia, el cuerpo de los actores y estos de La obra de Buttom son totalmente disfrutables, bien vale el costo de entrada y sin duda alguna lo que verá será de su total agrado.

Sea el nombre o el talento puesto en escena, La obra de Buttom es un referente obligado en este 2018; se trata de un reestreno o siguiente temporada pues se estrenó en el año 2016, dirigida a personas interesadas en reír y en pasarla bien en compañía de menores, adolescentes y adultos, La obra de Bottom es para todos. Recomendable para niños y público joven a fin de que acuda y se enamore del arte teatral, si usted asiste podremos gestar público para nuestro buen teatro mexicano.

Hace algunos años se pusieron en escena diferentes propuestas que reunían escenas, personajes, títulos, comparaciones y referentes de las obras completas de William Shakespeare, pero de modo alguno, resumidas o abreviadas. En ese tenor, por decirlo de modo alguno, se presentan citas o menciones tanto de la estructura de La Obra (mayúsculas para LA OBRA) del genio inglés, como de una en particular al representarla con títeres. Por forma de la época, tenemos un momento para dar la bienvenida al público y que éste sepa qué va a ver y cómo se lo presentan. Un personaje interesante en el referido autor se desarrolla en el Prólogo: un actor invita al público a involucrarse desde su imaginación. Aquí en La obra de Buttom tenemos a ese Prólogo representado no sólo con carisma y talento, sino con magia [Gracias Artús Chávez]. Acuda y sea testigo de lo que las palabras no alcanzan a expresar. Un actor, una persona sin nada más que su cuerpo, su voz, su expresión y su gesto, crean una atmósfera, un ambiente y un estado de disposición para creer.

Entonces me alejo de la puesta y digo que si esta capacidad de encantamiento la tuvieran los docentes frente a grupo, los alumnos –quizá- atenderían y aprehenderían el sentido de la educación escolarizada, quizá. Creer que es posible, creer que existe lo que no hay, creer que se puede hacer y ser, creer...

En La obra de Buttom encontrará un espacio recreativo, lúdico y original. Ninguna otra puesta en escena, ahora, le ofrece lo que ésta, comedia con música, canto baile, crítica, magia, oficio, nombre para la cartelera, talento en el escenario… Acuda ya que es breve temporada.

Déjese atrapar por las licencias dramáticas hechas, no sólo para que la gente entienda, sino para involucrar y jugar con el público, para que usted sea parte de este encuentro lúdico que dura apenas una hora con un telón rojo y un escenario vacío que se llena y un decorado que ilustra el momento inicial. El vestuario de Emilio Rebollar nos deja una época, un delicado y fino ajuar para personajes sencillos que se ven así, sencillos. Otro acierto de esta puesta bajo la dirección de Iona Weissberg y Aline De la Cruz. En la Producción se suman los esfuerzos y la experiencia de La Piara y Brujas Producciones.

No espere más y adquiera sus entradas para este fin de semana, sea parte y comente ¿exagero al decir que esto es único en la escena hoy? Espero sus comentarios después de gozar de la sin par, de La obra de Buttom.

Para finalizar, agradecer el apoyo brindado por Gaddi Miranda en el Centro Cultural Helénico

Alma Torices

teatrista

 

Funciones: Sábados y domingos 13hrs., hasta el 13 de mayo de 2018

Teatro: Helénico, Centro Cultural Helénico, Avenida Revolución 1500, Colonia Guadalupe Inn, metro Barranca del Muerto, Metrobús Altavista.

Localidad: $200°°, entradas en taquilla del teatro así como vía Ticktmaster.

Duración: 60 minutos

Accesibilidad: el teatro cuenta con rampas de acceso hasta el foro por lo que precisa un poco de ayuda para ingresar en caso de silla de ruedas o muletas; los sanitarios son estrechos; cuenta con señores que estacionan los carros y trasporte público. Si acude en bicicleta, al llegar le indican dónde la puede sujetar dentro de las instalaciones del centro cultural.

bottom of page