Sensatez y Cautela.

Capítulo II La Comedia de Enredos Mentales

Autor y dirección: Ramiro Galeana Mellín

Actuación: Rogelio Obregón y Ramiro Galeana Mellín

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¿Homicidio o asesinato?

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La puesta en escena Sensatez y cautela lo espera todos los jueves en punto de las veinte horas y sin pretextos porque es entrada libre en la sala Julián Carrillo de Radio UNAM así que sea parte del disfrute de una farsa bien llevada.

Al entrar a la sala escuchamos el sonido de un clarinete, Rogelio Obregón ya está sentado mirando fijo, con una lámpara de mano se ilumina el rostro, apenas perceptible por la luz de la sala, mientras nos envuelve suave el sonido del clarinete, escuchamos el acomodo de todos los asistentes, estamos en una habitación blanca con piso blanco y escuchamos, decía, un tema base que está presente hasta que la luz cambia y con ello inicia la representación.

El espacio blanco y el piso blanco resaltan el estambre rojo que delimita espacios vacíos y espacios con partes que remiten a extremidades humanas y femeninas. Quizá sombras que se desvanecen mientras el actor sigue con la mirada fija y pinta sus labios sin más ayuda que su pulso que repasa el labial al tiempo que la luz de la lámpara sorda que lo acompaña le ilumina el rostro. Una silla roja y un cubo blanco son los elementos de escenografía menor que utilizarán para toda la representación.

Ojalá que los días y las vidas en esta urbe no sean iguales, ni semejantes a las vidas de la Abuela, Evangelina, Santiago y Tiago. ¿Cómo podría ser una persona tres o cuatro a la vez? En una farsa todo es posible con Sensatez y cautela, estar dentro y fuera, ser opresor y oprimido, ser víctima y victimario, preguntar y responder: ¿Cuál es la diferencia entre un homicidio y un asesinato? Cualquier relación con la situación actual de (in) seguridad es mera coincidencia de lo que ocurre en el terreno de la irrealidad; preciso ahí es donde se sitúa el terreno de la farsa, en el terreno de lo imposible, pero ¿acaso lo irreal-imposible ya es parte de la cotidianeidad nacional?

El deseo sexual reprimido bajo la soledad que sólo la falsa idea de ‘seguridad’ hace que los individuos se recluyan en sus propias casas creyendo que así estarán seguros, pero seguros ¿de qué? Si la convivencia humana es lo que nos confirma como humanos mortales, cómo entonces pretender un comportamiento humano si cada vez es mayor la insistencia al aislamiento en aras de una seguridad que no es sólo responsabilidad de cada ciudadano común...

Ciertamente en esta puesta en escena convergen tres factores indispensables para el buen teatro mexicano: un guión, texto o idea interesante, la mirada clara de un director preciso y la interpretación en escena de actores mesurados, con oficio y compromiso. Sensatez y cautela tiene la mirada sencilla y clara de Ramiro Galeana Mellín acompañada en la actuación de Rogelio Obregón. La puesta en escena nos lleva a la risa catártica y al horror producto de estar frente a una realidad mirada con la lente de la magnitud que ésta toma en la individualidad cotidiana. Altamente disfrutable: un trazo limpio, uso de los recursos técnicos presentes sin mayor pretensión que el servicio al conjunto creativo.

El trabajo actoral de Rogelio Obregón es altamente disfrutable. Ambos actores representan dos personajes que recrean a otros dos pero femeninos, metateatro muy al estilo genetiano (tal vez, lo digo porque me remitió a Jean Genet el uso de este juego representacional o meta-teatro). Los dos actores entran y salen de los dos personajes que interpretan con precisión, de tal suerte que el espectador logra seguir la trama sin confundirse aunque si cabe aclarar que al inicio, como en cualquier puesta en escena, apenas nos estamos familiarizando con el convenio escénico y, sólo al inicio, usted podría confundirse un poco, de ahí la importancia de la presente nota cuyo fin es orientar al espectador para que disfrute una puesta en escena cuyo género –si es que todavía es válido hablar de la teoría genérica del siglo xx- es la farsa. Las actuaciones son un motivo para ver la puesta en escena dado que el trabajo es de calidad y ello se aprecia con los dos personajes que interpretan sin perderse en uno u otro.Lo cierto es que “hoy en día el que quiere sobrevivir, ante todo debe tener Sensatez y cautela” dado que la muerte no es otra cosa más que la pérdida de 21º (veintiún grados) en un país lejano –como en los cuentos- donde la diferencia entre un asesino y un sicario es la legalidad del crimen. ¿Dónde hemos oído que matar a las personas en provecho de un ‘vivir mejor’ es legal? ¿Quién decide si la muerte de una persona es merecida o no? Si el pasado es cambiante dado que sólo es aquello que cada quien recuerda y en correspondencia al momento en que lo recuerda, entonces podemos decir que el pasado igual que el futuro no son más que percepciones netamente subjetivas, pero ¿qué es el presente?, cómo puede marcar un pasado cuya existencia es móvil.

Teatro con oficio que aprovecha los recursos con que cuenta el espacio en que se presenta, teatro con actores profesionales. Sensatez y cautela nos ofrece el trabajo puntual del director Ramiro Galeana Mellín, puesta que ya tiene trayectoria por haberse presentado en recintos como Teatro El Milagro, Foro del Dinosaurio (Museo Universitario del Chopo) sin omitir su participación en el Primer Festival de Teatro en Espacios No Convencionales. La puesta en escena es parte del repertorio de Escena doble, novel compañía que trabaja desde hace ya más de cuatro años en  la construcción de un lenguaje "propio y contundente" en búsqueda de un encuentro con el espectador. El resultado de tal búsqueda es esta puesta en escena cuyo nombre completo es: Sensatez y Cautela. Capítulo II La Comedia de Enredos Mentales. Ahora debe aprovechar e ir a verla porque, además de la madurez que tiene la compañía y la puesta, ahora se presenta en entrada libre en la Sala Julián Carrillo de Radio UNAM.
Coincido con el boletín de prensa al señalar que "es un reflejo hilarante y mordaz de la irresponsabilidad y paranoia en la que se encuentra México [...] Se trata de un ejercicio de síntesis, en donde el ambiente sonoro es también ejecutado por los actores, que pretende insertar al espectador en un universo de metaficciones", mismas que logran con un gran placer para los asistentes que gusten del humor negro y estén en ánimo de observar a la sociedad hoy.

Para terminar, agradecer el apoyo de Ramiro Galeana para la realización de la presente nota.

AlmaTorices

teatrista

¡Veamos teatro para ser libres!

Funciones: jueves 20hrs., hasta el 29 de agosto de 2019

Teatro: Sala Julian Carrillo de Radio UNAM. Adolfo Prieto 133 col. Del Valle, cerca del metrobús Amores.

Localidad: Entrada libre

Duración: 60 minutos

Adicional: Conviene formarse con media hora de anticipación.