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Todo

Autor: Janne Teller

Director: Mariana Giménez (becaria del FONCA/ CNT elenco estable)

Adaptación: José Manuel Hidalgo (Beneficiario del programa Jóvenes Creadores 2017-8 FONCA)

Actuación: Andrea Riera, Leonardo Zamudio, Lucía Uribe, Nock Angiuly y Pablo Marín

Músico: Alejandro Preisser

 

Soledad

La plataforma cubre casi el escenario del teatro Santa Catarina, de la UNAM. Será acaso la misma que se usó en la obra que por oposición o continuidad nos recuerda a Nada, acaso será otra, lo cierto es que esta se halla con la inclinación hacia el público; la representación la utiliza tanto como la parte superior y el acceso de actores para el músico en vivo que acompaña todo el montaje. Todo presenta historias de personas, niños casi adolescentes, que se explican la vida y su mundo, entre teorías de calcetines y la certeza de que sus padres hacen bromas que los hieren y que no pueden afrontar sin dolor, entre la burla de los otros y el castigo de una sociedad que los ha dejado solos y cada vez más. “El mundo es un buen lugar cuando comienza a llover, las calles se vacían”, dicen, lo que vemos es que son personas que están en soledad la mayor parte de sus vidas, por lo que dar “el salto” se convierte en el deseo de pasar de esa etapa dolorosa a otra a través de la esperanza, de saber que algo puede cambiar si ellos dan ese salto.

 

Confrontadora puesta en escena que lo lleva, de forma auténtica, a cuestionarse la trascendencia de las interrelaciones con las siguientes generaciones. Los personajes están en compañía de un árbol, de una patineta, de una promesa de compañía por parte de sus padres, que se pospone. “Quisiera que todo fuera todo el tiempo, somos inconstantes” y eso duele porque tampoco se les ha preparado para la maravilla de este mundo vivo en constante cambio, en pérdidas y envejecimiento, en muerte y transmutación, porque están solos, sin adulto que acompañe su crecimiento, su integración a una sociedad que depende de las relaciones al interior de ella. Niños que son testigos, por diferentes medios, de las atrocidades de sus padres y/o adultos que los rodean como la pederastia o la mentira. Niños que notan irregularidades, cambios que generan desconcierto y miedo, son señalados por “pensar demasiado” cuando los pájaros ni trabajan y ahí están, nos dicen en un puro rap o hip hop ejecutado en vivo de forma fresca y directa.

 

Con ropa actual, vemos a los actores y los reconocemos interpretando a un joven en la calle, no hay una clase social determinada, son niños casi adolescentes, son miradas aún inocentes que no quieren hacer daño, pero su entorno parece decirles que “así se siente, como si solo existiera una forma de sentir”. Ellos saben que “el salto no se repite, solo se da”, por eso saben que el miedo no es a dar ese salto, sino a caer, a golpearse, al dolor.

 

Las escenas van de un espacio a otro, de la casa de uno, al camión con los demás turistas, de la recámara seca cuya ventana deja ver el árbol a través de la ventana hasta la calle con el farol. Todo se resuelve con la significación que da la palabra, el texto mismo y un par de acciones que ejecutan los actores a través de secuencias corporales; mayormente se trata de una propuesta centrada en el discurso que expone armonizada con música de fondo, como ya se dijo, tocada en vivo. La música de Alejandro Preisser es una de las galas que esta propuesta le ofrece por su belleza, por la generación de emociones y porque no solo apoya la escena, sino que se convierte en un testigo. Debe ver esta obra que se presenta en breve temporada de miércoles a domingo en Coyoacán.

 

Interesante la reflexión cuando se trata de niños-adolescentes que accionan según su entorno, así se explica la violencia entre pares o bullying como se explica el asesinato cometido por menores hartos de la doble moral religiosa y familiar o los arranques de agresividad incontrolable capaces de destruir el trabajo de un grupo escolar. Asista a Todo para que disfrute de una puesta en escena precisa, divertida, dinámica con bella música y mucho que aportarle a su vida cotidiana, sobre todo si cuenta con niños adolescentes cerca, sea como familiar o como docente; Todo es una creación dramática que debe verse en estos tiempos porque le aporta una mirada a la sensibilidad de menores que saben descifrar la risa ligera en la cara de sus padres o de aquellos que creen que “hay que olvidarnos de nosotros mismos” porque “es saber que no se puede hacer nada con el mundo” y que “un día mi mamá volverá y seremos felices”. Debe verla, sin duda.

 

Lo cierto, en un organismo vivo, es el cambio, no obstante una sociedad de consumo, un mundo de informada desinformación y doble moral, parecen imponer la estabilidad como deseable y genera angustia ante la fugacidad de la vida, por lo que estos –nuestros- niños dicen: “el mundo es muy fugas, las cosas desaparecen así como así” o “es tan normal que parece mentira”. La puesta en escena le ofrece, además, una esperanza, un salto que si se da, hace visible la “curita” que se le pone al tiempo, el salto que significa el paso del tiempo y la madurez para vivir en un mundo así, como este. Debe ver esta puesta en escena porque reflexionar sobre la soledad que se le impuso a estas generaciones es cosa reversible por los mismos que la impusieron. El uso de tecnología no ha eliminado las reuniones en las calles, pero ahora –como siempre- son catalogados por vagos; ahora nuestros niños-adolescentes son capaces de matar –como siempre- y de hacerse de un arma sin que nadie se de cuenta. ¿Cómo? No lo piense más y consiga una entrada, recuerde que el Teatro Santa Catarina de la UNAM tiene capacidad para, aproximadamente, 70 personas y las entradas se agotan con antelación.

 

Para finalizar, agradecer el apoyo brindado por María del Carmen Rodríguez, Delia, Magdalena y todo el equipo de bellas personas que laboran en el departamento de prensa y relaciones públicas de Teatro UNAM.

Alma Torices

teatrista

 

Funciones: miércoles, jueves y viernes 20hrs., sábados 19hrs., y domingos 18hrs., hasta el 25 de marzo de 2018

Teatro: Santa Catarina UNAM. Jardín de Santa Catarina 10, casi esquina con Francisco Sosa, en contra esquina de la casa de cultura de Coyoacán “Jesús Reyes Heroles”, entre metro Viveros y la fuente de los coyotes del centro de Coyoacán.

Localidad: $150°° general y 50% de descuento con credencial vigente de estudiante, maestro, UNAM INAPAM y jubilados ISSSTE e IMSS. Los jueves de teatro $30°° general

Accesibilidad: un par de escalones salvables con ayuda serán el único obstáculo para ingresar con silla de ruedas.

Duración: 90 minutos

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